Formó parte de un conjunto de grupos culturales que se establecieron en un territorio conocido como Ayacaxtla.
Esta provincia abarcaba desde las riberas del río de Ayutla hasta las llanuras de la Costa. Al parecer Huehuetán estuvo habitado por poblaciones originarias hablantes de la lengua huehueteca. Los grupos indígenas prehispánicos desarrollaron un importante comercio con grupos mixtecos y nahuas, con quienes intercambiaron productos de la costa del Pacífico como el chile, la sal de mar, el cacao, entre otros.

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Según datos existentes, Huehuetán tuvo una población que se calculó en el año 1522 de diez mil habitantes. Poco después de la Conquista de México hubo una drástica caída demográfica de indígenas, a causa de las enfermedades traídas por los Españoles, como la viruela y sarampión, así como los malos tratos y las formas de explotación infrahumanas ejercidas por los conquistadores. Para el año 1582, el genocidio provocó que en Huehuetán la población se produjera a doscientos habitantes.
Hoy en día se calcula unos dos mil quiniestos pobladores.

A partir de la conquita de México en 1521 comenzaron a arribar, de manera forzada, miles de personas de distintas culturas del continente africano a la entonces Nueva España.
El exterminio de la mayoría de la población Indígena y la prohibición de Carlos V de esclavizarlos en 1542, generó la demanda de mano de obra para las nuevas empresas económicas. Ante esta situación la Corona Española autorizó el comercio de personas desde África.
A la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, como a casi todos los territorios de México, arribarón entre otros; wolofs, mandingos, brans o fulas del occidente de África, angoleños de África Oriental pertenecientes a los grupos bantués.
Varias regiones del continente africano se habían convertido en importantes reinos y sus sociedades sobresalían por sus conocimientos, el desarrollo económico en la agricultura y la ganadería, los textiles y la orfebrería.
Estos grupos contaban con cosmovisiones y religiones en donde os ancestros desempeñan un papel fundamental y las mujeres eran valoradas y respetadas por un trabajo en la comunidad.
El esclavo era considerado una mercancía y cualquier persona que la pagara podía adquirir uno y dedicarlo a las tareas que considerara convenientes.
Asiento o contrato concedido a Pedro Gómez Reynel por el Rey de España, para que en un periodo de nueve años llevará 4,250 esclavos a América y ahí los vendiera a quien pudiera comprarlos.
Archivo General de Indias, Contaduría, legajo 261.

Mujeres, hombres y niños del continente africano desembarcaron en los puertos de Veracruz, de Acapulco y más tarde de Campeche para ser trasladados a la Ciudad de México y después repartidos hacia distintas regiones de la Nueva España entre ellos a la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca.
En las costas de entonces llamado Mar del Sur, como esclavizados y libres, desempeñaron actividades en la servidumbre, la minería, en la ganadería y arriería como vaqueros y capataces, así como en la pesca y la agricultura.
Es importante recordar que en América no se conocían los caballos, ni el ganado menor y mayor, por lo que los africanos y sus descendientes fueron los encargados de estas labores, en las que sobresalen desde entonces hasta nuestros días.